El Consejo del Gobierno Vasco ha dado luz verde a las subvenciones directas del Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes para la regeneración urbana de 14 barrios vulnerables de 12 municipios del País Vasco, lo que supondrá la concesión de ayudas por 93 millones de euros. El objetivo es impulsar la transición energética, la mejora de la habitabilidad de edificios y viviendas, así como avanzar en la lucha contra el cambio climático.
La financiación procede del Plan Interinstitucional de Inversiones Estratégicas (PIIE) activado por el Ejecutivo autonómico y las tres Diputaciones forales para el periodo 2022-2024.
De los 93 millones, 90,73 estarán destinados a ayudas directas a los municipios y los 2,27 restantes serán transferidos al Instituto Vasco de Finanzas para la constitución de avales que posibiliten la financiación de las inversiones que las personas en situación de vulnerabilidad deben asumir en las rehabilitaciones de sus edificios una vez acuerden sumarse al programa.
En este contexto, se considera prioritaria la regeneración urbana integral en barrios vulnerables, un plan en el que el Gobierno Vasco trabaja desde hace más de seis años y que, al sumar estos 14 barrios de 12 localidades, alcanza ya a un total de 21 municipios.
En Álava se trabajará con el barrio de Zaramaga de Vitoria, en Vizcaya en tres barrios de Bilbao (Párroco Unzeta, Torre Urizar y Uretamendi), en Bermeo (Iparragirre y Txibitxiaga) y en Sestao (Vista Alegre). En Guipúzcoa serán en Arrasate (barrio Santa Teresa), San Sebastián (Altza), Eibar (Hijos de Gabilondo), Elgoibar (viviendas Sigma), Errenteria (Beraun), Leaburu (Txarama), Soraluze (Ezozia) e Irún.
Se trata de proyectos que abordan la regeneración integral desde la perspectiva urbana, medioambiental, social y económica, mejorando la habitabilidad de edificios y viviendas, así como su entorno. Los barrios contarán con oficinas de barrio, siguiendo el modelo del proyecto Opengela, que estarán destinadas a facilitar información sobre las ayudas disponibles para los vecindarios que deseen mejorar la accesibilidad, habitabilidad o eficiencia energética de sus edificios y viviendas.
Entre las actuaciones se incluyen la creación de comunidades de autoconsumo energético o de nuevos espacios verdes y equipamientos para el vecindario en el entorno, las mejoras del alumbrado público, el impulso de las peatonalizaciones, el refuerzo en los aislamientos de los edificios o la instalación de ascensores en las calles para facilitar la accesibilidad.