El Gobierno regional va a ofrecer ayudas a la rehabilitación de barrios enteros, de edificios completos y de viviendas individuales. Quieren que en los próximos años (antes de julio de 2026) las ayudas estén entregadas y las obras terminadas. Para conseguir un parque de viviendas más ‘verdes’ y con mayor eficiencia energética. Para ese plan, dispone de 160 millones de euros.

Madrid ha acudido a Dinamarca, que son quienes más saben para poner en común ideas sobre rehabilitación con vistas a mejorar la eficiencia energética de las viviendas. El embajador danés, Jens Kisling, ha abierto las jornadas que organizaba su Embajada y la Consejería de Medio Ambiente sentando los principios básicos de sus políticas en este ámbito: «La mejor energía es la que no se consume».

 

En su país llevan décadas aplicando métodos para mejorar la eficiencia energética, una ventaja en experiencia que ahora Madrid quiere aprovechar. La consejera de Medio Ambiente madrileña, Paloma Martín, sabe que es el momento: los Fondos Europeos Next Generation suponen en Madrid 300 millones de euros para vivienda, de los que 160 irán a parar a rehabilitación.

 

En este punto, el Gobierno regional de Madrid tiene prevista una explosión de acciones para fomentar las mejoras que conduzcan a reducir el gasto energético y cambiar a tipos de energía más renovables en las viviendas. Como explicaba en las jornadas la directora general de la Vivienda de la Comunidad de Madrid, María José Piccio-Marchetti, «los nuevos edificios que se construyen son muy eficientes, el reto es mejorar los antiguos», entre los que «un 80 por ciento tienen una calificación energética muy baja». De hecho, hay un 60 o 70 por ciento de edificios en Madrid son anteriores a 1980.

 

Ha recordado que los edificios son responsables del 36 por ciento de las emisiones, y consumen el 40 por ciento de la energía primaria de la Unión Europea. Los 160 millones de euros que han llegado de los Fondos Next Generation para rehabilitación residencial se van a destinar a cinco programas concretos. Con un objetivo: que hasta

noviembre de 2023, se rehabiliten 22.411 viviendas en Madrid.

 

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura tiene un programa para la rehabilitación de barrios completos, para la que hablará con los ayuntamientos (ya ha contactado con los de Madrid, Getafe, Alcorcón o Torrejón de Ardoz), dado que son estos los que mejor conocen qué zonas son las más adecuadas para esta búsqueda de la eficiencia energética.

 

También habrá otro programa de ayudas para la reforma de edificios completos, y por último habrá también subvenciones a escala individual, para un solo piso interesado en estas prácticas.

 

Otros dos programas se destinarán a crear oficinas de rehabilitación que faciliten los trámites, y a redactar el Libro de la Rehabilitación.

 

Las condiciones serán prácticamente las mismas tanto para rehabilitaciones de barrios completos como de edificios: deben ser proyectos que reduzcan un 30 por ciento el consumo de energías no renovables, y que reduzcan la demanda entre el 25 y el 35 por ciento: intervenir sobre las envolventes para uqe los edificios conserven el calor y el frío.

 

Las ayudas irán del 40 al 80 por ciento del total del presupuesto, según sea la reducción del consumo que se logre. Se hará una única convocatoria para toda la Comunidad de Madrid, que está además a punto de publicarse, con los mismos requisitos y porcentajes de subvención. Y además, las ayudas para viviendas individuales recogerán subvenciones específicas para reducciones de consumo y serán complementarias a las que se hagan en el conjunto del edificio: podrán costear conceptos que queden fuera de las anteriores, como el cambijo de ventanas o en las instalaciones interiores de fuentes nuevas de energía.

 

Con cargo a estos fondos se podrán amparar obras ya hechas, iniciadas desde el 1 de enero de 2020, y las que se hagan ahora y estén terminadas antes de julio de 2026. En todo caso, en noviembre de 2023 deben tener comprometidas ya esas 22.400 viviendas que se van a rehabilitar.

 

Se han estudiado anticipos de hasta el 50 por ciento de las ayudas a que tuviera derecho una comunidad de vecinos, para facilitarles el inicio de las obras. Y también están previstas fórmulas para que, en el caso de que algún vecino no esté en situación de realizar este gasto, eso no bloquee la rehabilitación del edificio.