El Consejo Europeo ha alcanzado un acuerdo sobre una propuesta de revisión de la Directiva sobre rendimiento energético de los edificios. Los principales objetivos de la misma son que todos los edificios nuevos sean de cero emisiones para 2030, y que los edificios existentes se transformen en edificios de cero emisiones para 2050. El acuerdo alcanzado ayudará a los ciudadanos a ahorrar energía de manera sustancial con edificios más eficientes desde el punto de vista energético que les permitirán mejorar su calidad de vida, reducir sus facturas y aliviar la pobreza energética.
La Comisión presentó una propuesta de revisión de la Directiva sobre eficiencia energética de los edificios el 15 de diciembre de 2021. La propuesta forma parte del paquete ‘Fit for 55′, cuyo objetivo es poner a la UE en el camino hacia la neutralidad climática para 2050.
El acuerdo allana el camino para que el Consejo inicie negociaciones con el Parlamento Europeo. Una vez que se alcance un acuerdo político entre las dos instituciones, el texto final será adoptado formalmente por el Consejo y el Parlamento.
En lo referente a los nuevos edificios, el Consejo ha acordado que a partir de 2028 los que pertenezcan a organismos públicos sean edificios cero emisiones, y que a partir de 2030 todos los edificios nuevos sean edificios de cero emisiones. Serán excepción los edificios históricos, los lugares de culto y los utilizados con fines de defensa.
Para los edificios existentes, los estados miembros acordaron introducir estándares mínimos de rendimiento energético que corresponderían a la cantidad máxima de energía primaria que los edificios pueden usar por m2 anualmente. El propósito es desencadenar renovaciones y conducir a una eliminación gradual de los edificios con peor rendimiento y una mejora continua del parque nacional de edificios.
Para los edificios no residenciales existentes, se establecen umbrales máximos de rendimiento energético basados en el uso de energía primaria. Un primer umbral trazaría una línea por debajo del uso de energía primaria del 15% de los edificios no residenciales con peor rendimiento en un estado miembro. Se establecería un segundo umbral por debajo del 25%.
Además, se pretende llevar a todos los edificios no residenciales por debajo del umbral del 15% para 2030 y por debajo del 25% para 2034. Los umbrales se establecerán en función del uso de energía del parque inmobiliario nacional el 1 de enero de 2020 y pueden diferenciarse entre diferentes categorías de edificios.
Para los edificios residenciales existentes, se ha acordado establecer estándares mínimos de rendimiento energético basados en una trayectoria nacional en línea con la renovación progresiva de su parque de edificios a un parque de edificios de cero emisiones para 2050, como se describe en sus planes nacionales de renovación de edificios.
La trayectoria nacional correspondería a la disminución del uso promedio de energía primaria en todo el parque de edificios residenciales durante el período de 2025 a 2050 con dos puntos de control para mantener un balance de los logros de los estados miembros.
Esto garantizaría que el uso promedio de energía primaria de todo el parque de edificios residenciales sea al menos equivalente a el nivel de clase de rendimiento energético D para 2033; y para 2040, un valor determinado a nivel nacional derivado de una disminución gradual del uso promedio de energía primaria de 2033 a 2050, en línea con la transformación del parque de edificios residenciales en un parque de edificios de cero emisiones.
Los estados miembros acordaron agregar una nueva categoría “A 0” a los certificados de eficiencia energética que correspondería a edificios de cero emisiones. Además, podrán agregar una nueva categoría “A+” correspondiente a los edificios, que además de ser edificios cero emisiones aportan energía renovable in situ a la red eléctrica.
Con el objetivo de que todos los edificios nuevos estén diseñados para optimizar su potencial de generación de energía solar, se desplegarán instalaciones de energía solar adecuadas antes del 31 de diciembre de 2026, en todos los nuevos edificios públicos y no residenciales con una superficie útil superior a 250 m2; antes del 31 de diciembre de 2027, en todos los edificios públicos y no residenciales existentes, que sean objeto de una reforma importante o profunda, con una superficie útil superior a 400 m2; y antes del 31 de diciembre de 2029, en todos los nuevos edificios residenciales.
Igualmente, se han establecido los requisitos para poner a disposición una infraestructura de movilidad sostenible, como puntos de carga para bicicletas y coches eléctricos dentro o junto a los edificios, cableado para prever infraestructuras futuras y plazas de aparcamiento para bicicletas. También introdujeron pasaportes de renovación voluntaria para edificios.
Los estados miembros acordaron emitir planes nacionales de renovación de edificios que contendrían una hoja de ruta con objetivos nacionales para 2030, 2040 y 2050 en lo que respecta a la tasa de renovación energética anual, el consumo de energía primaria y final del parque nacional de edificios y sus reducciones operativas de emisiones de gases de efecto invernadero. Los primeros planes se emitirían antes del 30 de junio de 2026 y cada cinco años a partir de entonces.